POR Jennifer Martin
El nuevo edificio del Clay Studio se eleva desde el suelo mientras escribo este ensayo. Estoy agradecida y honrada de que mi amor por la construcción me haya llevado a servir como directora ejecutiva de esta organización porque la construcción siempre ha sido fundamental para la misión del Clay Studio. Ya sea una vasija, una comunidad, el conjunto de habilidades de un artista o un nuevo edificio, en el Clay Studio construimos cosas juntos. En 1974, los cinco fundadores reconocieron el valor de trabajar juntos en un espacio compartido. Sabían que estaban construyendo algo valioso, pero no podían imaginar cómo la organización ampliaría su idea inicial, construyendo una comunidad que sirve a decenas de miles de personas en Filadelfia y en todo el mundo cada año, casi medio siglo después.
De esos primeros cinco artistas, ahora el Clay Studio tiene veintiuno miembros de personal, cerca de cien artistas internos, y anualmente atiende a casi 10,000 niños y adultos a través de clases, y a más de 50,000 personas a través de programas gratuitos de apreciación y creación artística. Con este nivel de impacto, tanto en casa como en todo el mundo, sabíamos que nuestra comunidad merecía un edificio que igualara el poder de la arcilla en nuestras vidas. Pudimos recaudar los fondos necesarios para apoyar la construcción del centro más grande y especialmente diseñado para las artes cerámicas en los Estados Unidos; lo anterior no habría sido posible sin la gran cantidad de apoyo que recibimos de nuestra generosa comunidad.
Para nosotros en el Clay Studio, la fortaleza de nuestra comunidad representa los verdaderos cimientos del edificio. Mucho antes de poner una pala en la tierra, formamos un plan para fortalecer nuestra relación con nuestro futuro vecindario. Josie Bockelman, entonces directora de educación, comenzó a expandir la programación existente de Claymobile en South Kensington, nuestro nuevo vecindario, como una forma de ganar nuestro lugar en esta ya culturalmente rica área de la ciudad. Ella y Jennifer Zwilling, nuestra curadora, trabajaron juntas para involucrar a nuestros vecinos y ayudarnos a reexaminar cómo presentamos el arte cerámico en nuestras galerías. Junto con nuestra comunidad actual, discutimos cómo hacer que nuestras ofertas sean relevantes para una audiencia lo más amplia posible.
Formar Tierrra y Lugar marca una evolución para el Clay Studio: esta exhibición inaugura nuestro nuevo hogar en South Kensington, un espacio de última generación para la arcilla, e inicia nuestro nuevo enfoque curatorial: garantizar que cada miembro de nuestra comunidad sienta un sentido de agencia cuando entran a la galería.
Este movimiento histórico nos inspiró a considerar la importancia esencial del lugar, llevándonos al tema de esta exposición inaugural. Cada uno de los tres artistas en Formar Tierra y Lugar tiene conexiones profundas con el Clay Studio y con sus propios lugares en el mundo. Originaria de Perú, Kukuli Velarde se mudó a Filadelfia hace casi veinticinco años para unirse a nuestro Programa de Artistas Residentes. La primera exposición importante de Molly Hatch fue en el Clay Studio en 2010, una exploración de sus raíces ancestrales de Nueva Inglaterra, que actualmente sigue siendo un tema central en su práctica. Tuvimos el privilegio de recibir a Ibrahim Said, residente en Carolina del Norte, como artista invitado en 2015, quien primero obtuvo sus magníficas habilidades con la arcilla apren- diendo en las rodillas de su padre, en el centro de cerámica de Fustat, Egipto. Cada uno de estos artistas aprovecha el potencial de la arcilla, dando forma a su expresión individual de identidad cultural.
Un reflejo de nuestra visión para nuestra exposición es el equipo que le ha dado vida. El perspicaz texto de Jennifer Zwilling y Josie Bockelman ilustra cómo hacer algo con tus propias manos puede profundizar y democratizar la experiencia de apreciar arte. Kelli Morgan, nuestra evaluadora, contextualiza nuestra exposición y el modelo curatorial dentro del momento presente y Elizabeth Essner reflexiona sobre los contextos culturales, históricos y personales dentro del trabajo de cada artista en Formar Tierra y Lugar. Nuestro Consejo de Exposiciones y nuestro equipo, incluidas Ana Gabriela Jiménez y María Albornoz, se reflejan en estas páginas mientras comparten sus experiencias y puntos de vista sobre el proceso centrado en la comunidad. Raymond Rorke, diseñador gráfico, entrelazó magistralmente todos estos elementos en esta hermosa publicación. Junto con las poderosas palabras y el trabajo de nuestros artistas, este catálogo representa nuestra visión de un proceso verdaderamente colaborativo; es un modelo para nuestro futuro en un nuevo hogar.
No muy diferente al toma y da de trabajar con arcilla, el Clay Studio ha formado y ha recibido su forma de las personas que lo habitan. A medida que abrimos nuestras puertas, dando la bien- venida tanto a nuestras comunidades de toda la vida como a nuestros nuevos vecinos, sería fácil pensar que nuestra misión se cumplió. Pero sabemos que se necesita construir algo más que paredes para que nuestro nuevo hogar en South Kensington se convierta en un lugar. A medida que el Clay Studio entra en esta nueva era, Formar Tierra y Lugar demuestra cómo podemos traer lo que hemos construido con nosotros, mientras sentamos los cimientos para el futuro.
Traducción por Ana Gabriela Jiménez
Thank you!
Making Place Matter has been supported by The Pew Center for Arts & Heritage.